miércoles, 8 de mayo de 2013

SdeH 84 GOBIERNOS PRIVATIZADORES.

En la anterior colaboración mencionábamos el fallecimiento de Margaret Thatcher. Decíamos que se consideraba el Alter ego de Ronald Reagan, quien la calificaba como “el mejor hombre de Inglaterra” Tres frases son suficientes para resumir su ideología: "No hay tal cosa como la sociedad. Hay hombres y mujeres y hay familias”; "El poder de los sindicatos es la auténtica causa del desempleo" y "Los mercados siempre saben más que los gobiernos". Seguidora férrea de lo preconizado en el consenso de Washington. Consideraba, junto con los principales neoliberales, que el poder del gobierno y su resultante conocido como el “Estado de Bienestar” genera seres humanos atenidos, dependientes, coartando el desarrollo de las potencialidades individuales. Todo un tema a debatir.
A raíz de su muerte, me he dedicado a efectuar una cierta encuesta y son curiosas las posibles divergencias que surgen entre individuos debatiendo en torno a las ideas que inspiraban a M. Tatcher. Me topo con individuos con opiniones coincidentes con las doctrinas tatcherianas aún cuando no las conozcan. Digamos que, existe una porción de la humanidad que solo cree en su propio trabajo individual para prosperar económicamente, no aceptando ninguna clase de injerencia externa que actúe como cortapisa y que, por ende, desconfía de las instancias gubernamentales; menosprecia todo trabajo asalariado, subordinado y todas instancias que – como las sindicales – surgen en consecuencia.
Un espíritu tal es, al parecer, en principio, el que anima la gestación de los EEUU. Tanto Franklin como Jefferson abogan por la creación de un estamento mínimo gubernamental: consideran nociva la existencia de subsidios o ayudas para la gente de escasos ingresos, pues – según ellos - fomentan la pereza y la dejadez en los ciudadanos.
Son por lo tanto – aun sin ser conscientes de ello – acordes con la médula del pensamiento de la Dama de Hierro.
Los partícipes de tal ideología, ubicados en la valoración de la situación actual de la realidad española, sostienen que sus penurias son gestadas al ser manirrotos, pensando que las instancias gubernamentales habrían de resolver tal situación. Y en buena medida, un segmento importante de la población españolano actuó en ese sentido. El resultado previsible ha sido dar pretexto a las autoridades del Partido Popular – seguidores del pensamiento tatcheriano - para propiciar la muerte del estado de bienestar español. El desmantelamiento del estado de bienestar por parte de la Tatcher, mereció textos detallados. La cuestión es que la aplicación de las políticas tatcherianas no han resuelto en modo alguno las penurias de la población española: adelgazar el gobierno y favorecer a las élites – bajo el supuesto de que ellas incrementarían sus inversiones en la actividad económica – no ha conducido a tal resultado; los recursos canalizados hacia las élites españolas se han derivado hacia el consumo suntuario, las operaciones especulativas y los paraísos fiscales. Lo que es de temerse es que todo parece indicar que nuestras autoridades federales y poderes fácticos pretenden aplicarnos las mismas recetas: adelgazar el Estado, vender y privatizar todo lo posible. A la mexicana, claro; no pueden atentar contra los cotos de poder que el sistema ha prohijado para mantenerse en la cúspide.
Hasta la próxima, amigos.

ENLACES TATCHER
Naomi Klein. La doctrina del Shock: http://www.lospuebloshablan.org/?page_id=3496