miércoles, 12 de octubre de 2011

SdeH 55 STEVE JOBS.

No es tarea fácil la evocación de la figura de Steve Jobs. Jobs es una especie de rara avis en el campo de la informática. Escapa a los patrones usuales dentro de los cuales se visualiza a empresarios de este género. Abandonemos el trillado camino de la pugna Mac-PC que adopta el carácter de asunto místico. La cuestión se centra en que Jobs fue un verdadero creador, un artista obsesionado por la perfección. Creador que gestaba sus productos sin preocuparse, en principio, por las demandas del mercado o de los consumidores: productos que Jobs modelaba hasta el último detalle de su inacabable Mundo Apple, Mac: sus tiendas, presentación de sus productos, empaques, manuales, hardware, software, tipografía, todo con un sello de pulcritud y perfección inigualables. Podemos concebirlo como un ejemplo paradigmático de marca contemporánea. Sus productos, en materia de precios pueden ser considerados costosos; Jobs no se preocupaba de ello. Decía: “Nuestra creencia es que si seguimos colocando magníficos productos frente a los consumidores, ellos seguirán abriendo sus bolsillos". Probablemente nunca podremos saber en qué medida su adopción como creencia del budismo, servía para adoptar tal postura. Tendía a expresarse desdeñosamente de otros supuestos competidores en el ramo. Sobre la mediocridad en general, y sobre los productos de la competencia, también dejó perlas como la siguiente: "El único problema de Microsoft es que simplemente no tienen gusto. No tienen ningún gusto. Y no me refiero a las pequeñas cosas, hablo de lo fundamental, en el sentido de que no tienen ideas originales y que no ponen demasiado conocimiento en sus productos". Obviamente que las creaciones de Jobs solo pueden ser adquiridas por un reducido segmento de la población; productos dirigidos a una élite económica: las críticas en torno a tal hecho son frecuentes. Están dirigidos, fundamentalmente, al ámbito empresarial. No hay que olvidar que en la labor tanto de Jobs como la de Bill Gates, subyace la premisa de la computadora personal, como objeto de apropiación privada; lejos están de preocuparse por las necesidades colectivas, como no sea por intereses meramente mercantiles.
Obsesivo – reiteramos - en la búsqueda de la perfección, su existencia creativa estuvo jalonada de fracasos comerciales de los que se reponía como el Ave Fénix, incursionando en diversas facetas del diseño y la informática: de Pixar – recordemos Toy Story y Buscando a Nemo – a el Ipod, la tienda de música Itunes, el Ipad, el iPhone. Del Apple I, la primera computadora personal, pasa a la Apple Macintosh, siempre bajo la idea de una computadora que ofreciera tanto el hardware como la plataforma de software; de allí a la Mac. Su Mac pro se ha convertido en un objeto de culto. Sus últimas inquietudes lo habían llevado al terreno del “cloud computing”. Aunemos a lo anterior su habilidad como hombre de empresa capitalista. Un verdadero “self made man” que parte de un origen humilde.
Referirnos a las características de solidez de arquitectura y estabilidad de la plataforma de su principal producto, la computadora Mac – de la que se han derivado productos más populares como el iPod, el iPad y el iPhone – puede llevarnos un largo rato. Mac, marca de snobismo adquisitivo; Mac, que aparece – extrañamente – como especie de infomercial en los más diversos filmes. Lo que sí podemos señalar es que el software preinstalado en la Mac puede incluir aplicaciones que no sean muy de nuestro agrado como el caso del buscador Safari, la preeminencia del iTunes y en un principio, la no lectura de textos en formato del Office de Windows. Jobs tuvo que dar su brazo a torcer y aceptar la admisión de otras aplicaciones – que para los fundamentalistas de la Mac pareció un acto execrable – y actualmente se han desarrollado multiplicidad de programas externos – hasta provenientes del software libre - asimilables al sistema operativo de la Mac. Inclusive se llega a que mediante una partición en el disco duro, coexista en una Mac, la plataforma de Windows, que por cierto, se desempeña allí, aprovechando las características de base de la Mac, en forma mucho más estable que en otras Pc.
Lo que sí es de llamar la atención es la agresividad que campea en muy diversos foros de opinión, entre partidarios y detractores de Steve Jobs: esperamos que no se convierta en una especie de guerra religiosa, en especial de parte de los seguidores de éste, sobre todo cuando la tecnología se ha convertido en la nueva religión de estos tiempos.
Aunque sería interesante que estos – sus seguidores - visualizaran su papel en la explotación laboral vigente en China en las plantas que trabajan para Apple. Un verdadero asco. Como si los humanos no le importásemos más – a Jobs - que como masa de consumidores. Actitud típicamente capitalista, de este maestro – por otra parte – de la obsolescencia planeada para ese grupo de consumidores – cual se debe – eternamente insatisfechos.
No hay que olvidar que Steve Jobs fue, uno de los principales defensores de un internet privativo, restringido y controlado por los proveedores de servicios y contenidos.
Hasta la próxima, amigos.
Para “Señales de Humo”
Emilio Vega Martín.
Enlaces relacionados:
12/03/2012: Perdónalos Maestro: no saben lo que hacen.
Milenio: Jairo Calixto Albarrán:http://www.msemanal.com/node/4738
Milenio: La vida después de Jobs: Xavier Velasco: http://jalisco.milenio.com/cdb/doc/impreso/9041327

miércoles, 5 de octubre de 2011

SdeH 54 La Lengua Española: ¿Nueva propiedad neoliberal? .

La Madre Real Academia – aparentemente - se privatiza. Así, esta madre de Academia nos vale ídem: los 450 millones de hispanohablantes seguiremos creando el idioma a despecho de la acción de esa vieja que como afanadora de lento aprendizaje pretende ser una especie de pulidora de metales que “fija, pule y da esplendor” – como si ello fuera necesario – a nuestra hermosa lengua. Y si pretende – como diría Agustín Lara – “vendes caro tu amor, aventurera”, allá ella con sus afanes de vieja loca. El hecho es que la RAE, a través de su nuevo representante Editorial Planeta, ha comenzado a intimidar a diversas páginas que versan sobre el idioma español, exigiéndoles que eliminen sus enlaces a su sitio de consulta del idioma, dado que según ella – la RAE – constituyen una “competencia desleal”. No entendemos bien a bien de qué se trata: en principio, tal se diría que los señores de la RAE-Planeta no entienden cómo funcionan los enlaces en la Internet: en todo caso, privatizando los accesos a la consulta – constriñéndolos a suscripción previo pago – el asunto quedaría sujeto plenamente a sus afanes crematísticos. Hasta donde hemos podido observar, no existe en la página de la RAE ninguna salvaguarda en materia de enlaces. Amenazan también, que de ser necesario, emprenderán las acciones legales pertinentes con base en la Legislación Española; no entendemos tal acción aplicada extraterritorialmente en el caso de “El Castellano.org.” que tiene su sede en Uruguay y por añadidura es una organización sin fines de lucro – como lo son otras de su tipo - hacia las cuales parece estar dirigida esta persecución. En el caso de “El Castellano.org”, somos 212 mil suscriptores, una cifra modesta, de un servicio sin afanes de lucro. Y lo que resulta en última instancia, ridículo, es que la propia RAE ha estado aprovechando en su beneficio, las aportaciones idiomáticas generadas por esas altruistas páginas. 
En resumen, todo parece indicar que se trata de una ofensiva del Grupo Planeta para poder copar a nivel global, el mercado de impresos, diccionarios y otros medios (CDs), contenidos web, incluyendo el mercado de servicios y asesorías a empresas mediáticas de todo tipo, en torno al uso de la lengua. Anuncia que para otoño de este año, verá la luz el nuevo portal “unificado” de la RAE. Ciertos especialistas en el tema, señalan que esto puede vincularse en España, con el muy probable ascenso de Mariano Rajoy, del Partido Popular, al poder, en cuyo gabinete se visualiza que el Ministerio de Cultura sea José Manuel Lara, dueño del grupo “Planeta”.
¿Qué sigue? Para empezar, la RAE debe entonces rechazar el financiamiento público parcial del que ahora goza: convertirse en una empresa netamente privada. Y respecto del tratamiento que ahora anuncia contra “El Castellano.org.”, no sabemos si lo haga extensivo a WordReference, a Jergas del habla hispana, a addendaetcorrigenda, y en particular al Español urgente que es dirigido por un directivo de la RAE.

Sin menospreciar el valor de la RAE, en nuestra opinión, las acciones aquí reseñadas son un desatino, considerando que el Diccionario de la Real Academia Española apenas consigna unos 90,000 vocablos - (10%) - de los más de 900,000 que los lingüistas estiman componen nuestra lengua, agreguemos la aparición de neologismos tecnológicos, los anglicismos y términos de otras lenguas, los localismos, las fusiones de lenguas como el spanglish, el frañol, el portuñol y otras; en resumen, la actitud de la RAE nos remite a como suele expresarse coloquialmente que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Lo ideal sería que no perdiera su carácter académico cultural.
De por sí, el trayecto reciente de la RAE está sembrado de traspiés: las nuevas reglas ortográficas, que han sido sujetas a numerosos cuestionamientos y que han concluido en ser algo así como los llamados a misa. Pretender por parte de la RAE el ostentar una especie de “principio de autoridad” medieval, que puede parecer de fuerte tufo monárquico, nostálgico, aplicado sobre algo tan vivo y cambiante como nuestra hermosa lengua, que depende sustancialmente de nosotros los hablantes a los que poco importa la existencia de una Institución inquisidora como la RAE.
Para concluir esta colaboración les propongo – con ánimo avieso – un ejercicio lingüístico: busquen en el Diccionario de la RAE, el significado de palabras que utilicen en su habla cotidiana; puede ser que se sorprendan de las carencias que ostenta; aunque avanza, siempre se encuentra a la zaga. Al respecto, una recomendación: no vayan a remitir reporte de estas palabras faltantes a la RAE: no hay que hacerle la chamba. Que nos sirvan para exhibir personalmente, en nuestros coloquios, los andrajos de tan Real Institución.
Para “Señales de Humo”
Emilio Vega Martín.


Enlaces adicionales:
Fondebrider: «apriete a R. Soca es la punta de un iceberg»
¿Quién es el dueño de las palabras: Blog de Claudia Piñeiro.
Muestras de apoyo a Ricardo Soca.
11/10/2011. Boletín de Addendaetcorrigenda.