martes, 27 de septiembre de 2011

SdeH 53 EL INEFABLE TRABAJO NEOLIBERAL.

El trabajo: algo que si lo hacemos con gusto, deja de ser “trabajo”. Pues, ¿qué estigma arrastra el trabajo? Algo inconveniente pero necesario según la mentalidad judeocristiana; la forma de acercarnos a la divinidad según el budismo. Inmersos como nos encontramos en la “Sociedad de Consumo”, el trabajo se convierte en una actividad constreñida actualmente – al parecer – a la mera obtención de recursos económicos. En ese sentido, el trabajo ha devenido un bien escaso; al menos el remunerado.
Las empresas más importantes – las grandes generadoras del empleo “formal” - se han tornado corporaciones transnacionales; no deben lealtad más que a sus accionistas, nunca ahítos de utilidades. No tienen nacionalidad a la que rendir pleitesía. Una corporación es un ente abstracto; por lo tanto ajeno a categorías éticas. El Mundo se ha hecho pequeño: los factores involucrados en la producción – a excepción de la mano de obra – tienen una movilidad absoluta. La mano de obra es el único factor localizado, con excepción de aquéllas en las que la tecnología ha permitido que tengan como factor preponderante las telecomunicaciones y trabajen bajo el esquema del “outsourcing”. Y los países compiten para ver cuál es el que ofrece los trabajadores que aceptan salarios más miserables.
Paralelamente, los productos dejan de guardar relación entre su costo de producción y el precio de venta. Lo que vende es la “Marca”, esa entelequia gestora de sueños, de un estilo de vida, de la consolidación del estatus. En esta “Sociedad de Consumo”, de apariencias, somos las marcas que ostentamos. Los consumidores nos embarcamos en la persecución de los ingresos monetarios para sostener un nivel de vida que se mide por el consumo, que se convierte en un fin en sí mismo: bienvenido el trabajo esclavo.  
El trabajo visualizado según Schumachercomo la actividad para dar al ser humano la  posibilidad de utilizar y desarrollar sus facultades convirtiendo el trabajo en gratificante, produciendo bienes y servicios para necesidades naturales y beneficio para la sociedad, desaparece. No resulta relevante, entonces, si el trabajo que desempeñamos nos es grato, formativo o si contribuye en algo a la comunidad; lo importante es la remuneración obtenida. Consecuentemente con lo anterior, se ven mayormente favorecidas las carreras universitarias en las que, en su ejercicio profesional se supone están mayormente remuneradas. Para las escuelas del mundo industrializado, los ingresos obtenidos por sus egresados es un factor capital para evaluarlas como planteles de éxito.  
Y en este nuevo orden mundial, en el que los países se ofrecen como “maquiladores”, recibiendo insumos del exterior que son procesados por la mano de obra local, los investigadores en derechos laborales, descubren que en tales procesos fabriles se llega a condiciones infamantes como el caso de los niños filipinos en la fabricación de tenis para una conocida marca transnacional; se ilustran – de paso – las condiciones inhumanas en la que laboran – con la venia de los gobiernos locales – en la fabricación de calzado de lujo en la India. Aún en países “maquiladores” que aceptan las difíciles condiciones laborales impuestas por las transnacionales, viene a agregarse la aparición de talleres clandestinos – en los que se agravan las condiciones de trabajo – que en las formas de subcontrato laboran para las mismas empresas, aunque éstas alegan desconocimiento de tal tipo de talleres. En Argentina, se descubre un establecimiento en el que se confeccionaba ropa para artistas famosos en el ámbito local así como para estrellas internacionales como Sarah Jessica Parker, de la serie Sex and the City, o la princesa de Holanda, Máxima Zorreguieta. Los receptores de tales prendas alegan también desconocer tales circunstancias.
Y en el “outsourcing” en materia de telecomunicaciones, aparte del efecto negativo sobre los trabajadores ubicados en el país de origen, se consignan casos de condiciones laborales inicuas en el empleo en las nuevas sedes.
Y esta situación no se da sólo en el Tercer Mundo:
El colmo se presenta en Francia: suicidios
“Vamos al trabajo como a la prisión”, declara un trabajador francés.
Abusos trabajo infantil, enlaces
Explotación laboral de Apple en China
Y en los EEUU también se incrementa la protesta.
Francia: Infiltrada en el trabajo de limpieza.
Fabricación de Juguetes en China:08/12/2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=140893
Adidas en Camboya:http://actualidad.rt.com/sociedad/view/49220-La-miserable-vida-de-que-fabrican-productos-ol%C3%ADmpicos-de-Adidas

Y en todo lo anterior, se advierte que los 
elementos torales son  consumo e ingreso. Se 
nos incita a consumir y se nos deja al garete cuando de ingreso se trata. Claro círculo infernal.
Seguiremos sobre este tema.
Hasta la próxima, amigos.
Para “Señales de Humo”
Emilio Vega Martín. 

martes, 13 de septiembre de 2011

SdeH 52. Chile y sus estudiantes.



El 11 de Septiembre es una fecha con múltiples facetas: nuestro Avándaro; el golpe de Estado en Chile, las torres gemelas; todas ellas para retener en la memoria y reflexionar. Pero hay otro evento en estas fechas que merece nuestra atención, claro que tratándose de protestas estudiantiles, los medios oligopólicos de noticias internacionales, como parece ser costumbre, le han concedido poca o nula importancia: nos referimos a las acontecidas en Chile. Solamente en fechas recientes la BBC y CNN le han prestado atención. En estas colaboraciones hemos venido insistiendo en los embates que contra la educación pública y gratuita han emprendido los adláteres del capitalismo financiero que están dictando – en forma creciente – el comportamiento de los gobiernos.   
Chile, ha sido hasta ahora, el alumno aplicado en la implantación del modelo neoliberal. Al respecto, revísese la página del Centro Nacional Tuning de Chile. , uno de los sitios a los que ya hicimos referencia en una colaboración anterior. Pocos efectos tuvo la caída del régimen de Pinochet: las bases del modelo que él implantó permanecen, en gran medida, incólumes. De poca cosa sirvieron – al parecer – los períodos de gobiernos socialistas de la Concertación - y menos, ahora bajo el régimen del empresario Sebastián Piñera. En general, cambios cuasi epidérmicos; simultáneamente, el desmantelamiento del posible Estado de Bienestar y un incremento galopante de las desigualdades sociales aunado a una privatización creciente de los servicios públicos. Los ciudadanos concebidos como “clientes” y la educación – al decir del propio Piñera - como un “servicio” sujeto a las leyes del mercado. Las protestas estudiantiles – apoyadas mayoritariamente por la población - no vienen a ser sino la punta del iceberg de disconformidades que abarcan desde la penuria creciente de la población chilena, el deterioro de las condiciones laborales – el prácticamente inexistente derecho de huelga – la “flexibilización laboral” – ojo connacionales con la futura “reforma laboral” – los desatinos en materia ecológica, energética y otros múltiples factores que indican el agotamiento de las posibilidades de desarrollo chileno bajo los dictados del modelo neoliberal.
Camila Vallejo, en su carácter de Presidenta de la Federación de Estudiantes Chilenos, es la portavoz estudiantil: con una mentalidad aguda y facilidad de expresión, amén de una excelente presencia, esta estudiante de la Facultad de Geografía de la Universidad de Chile, expone con contundencia las demandas estudiantiles. En su carácter, ha recibido numerosos denuestos de la derecha chilena e inclusive amenazas de muerte. Se la acusa de aprovechar su liderazgo para propósitos políticos. Al respecto, otros líderes como Giorgio Jackson, Camilo Ballesteros y Jaime Gajardo, del Colegio de Profesores,  tienen igual o incluso más relevancia en la dirigencia estudiantil, pero es la figura de Camila la que trasciende fronteras.
Retomando lo expresado por Ramón Cota Meza en su texto “Chile: la hora de la verdad” publicado en Milenio: “La inconformidad general refuta contundente la imagen de Chile como país modelo. Las alegres cifras de crecimiento económico no disfrazan la asfixia económica de los hogares. Cada egresado universitario adeuda 45 mil dólares en promedio. Un egresado empleado debe 174% de su sueldo anual en promedio. La morosidad es del 50%. La educación chilena es la segunda más cara después de Estados Unidos.
Las familias pagan o deben pagar 83% del gasto total en educación (equivalente a más de 25% de la recaudación fiscal) por un barniz formativo para sus hijos. En Chile, hay más de 60 universidades, pero sólo cinco califican como tales. La mayoría son “patito” con docentes de asignatura (“maestros taxi”), casi todos pasantes, subempleados en la práctica. La supervisión brilla por su ausencia.”
Aparte de lo anterior, Cota Meza aborda en ese artículo, el análisis de otros aspectos problemáticos en los que se debate actualmente la sociedad chilena.
Las demandas estudiantiles han encontrado eco también en 2 jesuitas: Moreira y Walker, en su carta publicada y titulada Hablemos de Justicia Social del 18 de Agosto de 2011.
La gran beneficiaria de la privatización de la educación en Chile ha sido la Iglesia, que controla más del 20 por ciento de la educación total y representa 70 por ciento del sector privado. (Roitman, La Jornada,28/08/2011)
Nos enterábamos el pasado 3 de Septiembre, de la apertura de una nueva etapa en este conflicto: en el Palacio de la Moneda, se había iniciado un proceso de negociaciones entre líderes del Movimiento Estudiantil y las autoridades del Poder Ejecutivo. Una semana después, éstas han llegado a un punto muerto. El gobierno chileno insiste en visualizar la educación como un objeto de lucro: ¿otro más en el neoliberal estado chileno?
Hasta la próxima, amigos. 
Para “Señales de Humo”, Emilio Vega Martín.
Son numerosos los enlaces de medios alternativos que recomendamos visitar:
Podemos seguir a Camila Vallejo en twitter y en su blog.
Rebelión: Índice de artículos sobre el movimiento estudiantil: http://www.rebelion.org/seccion.php?id=12