miércoles, 26 de mayo de 2010

SdeH 26 Ne me quitte pas.




Siguiendo con el tema de la manga ancha en materia de traducciones, nos referiremos ahora a las que acontecen en torno a las canciones. Cierto es que siendo la nueva lingua franca el inglés y por propósitos de expansión del mercado, muchos temas, siendo su letra original en una lengua diferente, sus autores han procedido a reescribirla en esa lengua. Así, la Piaf procedió a gestar letras en ese sentido, lo mismo puede decirse de compositores brasileños. Han existido traducciones más o menos decentes, como la de “Les Fuilles mortes” ( The falling leaves) Hoy, esta práctica es moneda de curso corriente. Hasta ahí, todo va bien.
Los problemas surgen cuando las letras se traducen, más que en forma libre, libertina, con el agravante de que la melodía sea tomada para gestar una canción totalmente diferente.
Convendrán conmigo en que una buena canción constituye constituye – melodía y letra – un todo indisoluble. Trasladando esta situación a otros terrenos – como el de la pintura – estarán de acuerdo en que las obras no permiten tal grado de libertad: no tienen traducción a otro medio. En todo caso, las variaciones que se desarrollan a partir de ellas, siempre hacen referencia a tal carácter. En lo tocante a la danza, se respeta la melodía original, quedando en libertad, las coreografías que se gesten a partir de su interpretación.
Retomando el tema de las canciones, nos referiremos a dos ejemplos notorios de mixtificación: dos canciones francesas: "Ne me quitte pas" (No me dejes) de Jacques Brel y “ Comme d´habitude” (como de costumbre) En el caso de la primera, aparece, aunque no se crea, "If you go away" (Si te vas), traducción que quién sabe qué mercader anglosajón de la música le endilgó . En resumen, la melodía es la misma, pero la letra (supuestamente traducción de la original, pero en una forma más que libre – insistimos - libertina) es verdadera bazofia que nada tiene que ver con la belleza del texto de la canción original. Existen al menos 19 versiones en inglés interpretadas por gentes de la farándula como Cyndi Lauper, Frank Sinatra, Julio Iglesias, Tom Jones, etc, etc, etc. Resulta sorprendente que - al parecer - ninguna de estas eximias figuras se haya tomado la molestia de atender a la letra original, sustituyéndola por estrofas verdaderamente bobaliconas.
En el caso de “Comme d´habitude”, la cuestión es aún más seria: la pieza original se convierte en “ My Way”, título traducido en español como “A mi manera”. Segun diversas fuentes, los autores franceses cedieron a Paul Anka, en forma gratuita, los derechos de la canción.
Lo único que subsiste en la versión de Paul Anka es la melodía. La letra de la versión original francesa, habla de la rutina en la relación de pareja. Es una canción triste. La versión en inglés trata de la recapitulación, que un individuo fuerte y optimista, hace de su existencia a un amigo, que concluye que vivió “A su manera”. A su vez, la letra - nunca la francesa – sino la del inglés se traduce , en forma harto liberal, al español y otras lenguas, cristalizando en más de 100 versiones. En resumen, nada queda – salvo la melodía – de la versión original francesa. La letra, se ha convertido en una especie de Babel lingüistica. Y casi nadie recuerda sus orígenes.
¿Será acaso necesario crear, dentro del concepto de Patrimonio Cultural de la Humanidad, un apartado para preservar las canciones?
La música y sus letras, convertidas en baratijas para una insaciable Sociedad de Consumo.
Para “Señales de Humo”
Emilio Vega Martín.

Detalles de "Ne me quitte pas" y "If you go away"
Detalles de "Comme d´habitude" y "My Way"

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