miércoles, 16 de noviembre de 2011

SdeH 57 Joya Franquista.

En estos días en que conmemoramos el natalicio de Madame Curie, una familiar que vive allende el charco, me ha hecho llegar un pps. Titulado “Sección Femenina” del libro “Formación Político Social para el Bachillerato” documento vigente dentro del plan de estudios español – hasta donde he podido colegir – entre los años 1934 y 1977, en pleno período franquista. La ideología implícita en ese documento, pervive aún en un importante sector conservador de la sociedad española.
El documento al que hacemos referencia, retoma actualidad – hace cosa de 2 años - a raíz de la exposición Mujeres de azul, organizada por el Centro de la Memoria Histórica del Ministerio de Cultura del Gobierno Español, en la que se ponía de manifiesto las marcadas divergencias ideológicas en torno a la condición femenina entre la Segunda República y el Franquismo gobernante a partir de 1939. Los avances femeninos logrados durante la República, como el derecho al voto y la ocupación de espacios en la vida pública, son conculcados con el advenimiento del Franquismo.
He aquí algunos extractos del libro al que hacemos referencia y otros aparecidos en publicaciones del Gobierno franquista:
“Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador, reservado por Dios para inteligencias varoniles; nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor, lo que los hombres nos dan hecho. (Pilar Primo de Rivera en 1942)”
“La vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quiera simular – o disimular- no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse. (Medina, revista de la Sección Femenina, 13 de agosto de 1944)”
"Todos los días deberíamos de dar gracias a Dios por habernos privado a la mayoría de las mujeres del don de la palabra, porque si lo tuviéramos, quién sabe si caeríamos en la vanidad de exhibirlo en las plazas".
Con respecto a las actividades deportivas, proponen para las féminas, la GIMNASIA CASERA, que al respecto señala: “Una mujer que tenga que atender a las faenas domésticas con toda regularidad, tiene ocasión de hacer tanta gimnasia como no lo hará nunca, verdaderamente, si trabajase fuera de su casa. Solamente la limpieza y abrillantado de pavimentos, constituye un ejemplo eficacísimo, y si se piensa en los movimientos que son necesarios para quitar el polvo de los sitios altos, limpiar los cristales, sacudir los trajes, se darán cuenta que se realizan tantos movimientos de cultura física que, aun cuando no tienen como finalidad la estética del cuerpo, son igualmente eficacísimos precisamente para este fin”.
En su sección titulada “Preparación al Matrimonio”, señala en uno de sus puntos en relación al comportamiento de la esposa: Minimiza cualquier ruido. Salúdale con una cálida sonrisa y demuéstrale tu deseo por complacerle. Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos. Nunca te quejes si llega tarde, o si sale a cenar o a otros lugares de diversión sin ti. Intenta comprender su mundo de tensión y estrés. Haz que se sienta a gusto que repose en un sillón cómodo. Ten preparada una bebida fría o caliente para él. No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones, su juicio o integridad. Recuerda que es el amo de la casa”.
En otra: "Si tu marido te pide prácticas sexuales inusuales, sé obediente y no te quejes". "Si él siente la necesidad de dormir, no le presiones o estimules la intimidad". "Si sugiere la unión, accede humildemente, teniendo siempre en cuenta que su satisfacción es más importante que la de una mujer. Cuando alcance el momento culminante, un pequeño gemido por tu parte es suficiente para indicar cualquier goce que hayas podido experimentar".
Convendrán conmigo que pocas veces han podido leerse textos oficiales con tal carga de menosprecio hacia la mujer. Las mujeres musulmanas actuales señalan que las sentencias anteriores son similares a las expuestas en el integrismo religioso más recalcitrante al que puedan verse sometidas. Al tiempo, no podemos dejar de advertir que esta mentalidad sigue vigente en el seno de bastantes hogares mexicanos. La misma epístola de Melchor Ocampo, documento leído en nuestros matrimonios civiles, no deja de traslucir un tufo cercano a lo anterior. Al respecto, no hemos podido encontrar en la Internet la separata del texto propuesto como reemplazo a la anterior, la “Carta Matrimonial” escrita por la finada Griselda Álvarez: contando con él en forma impresa, vamos a subirlo como documento independiente a nuestro blog “Pase a la Red Virtual”; a nuestro juicio, es excelente como reemplazo a la institucional de Melchor Ocampo.
Toda esta disquisición viene a colación porque vivimos en lo espiritual un ambiente que nos llena de suspicacia: los grupos de derecha vigentes en nuestro estamento gubernamental y social, abrevan ideológicamente en sus homólogos españoles. ¡El Creador nos agarre confesados!

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