El especialista en materia cibernética, Enrique Dans, en su muy recomendable blog, nos participa en un post con el título de: ¿Es viable una sociedad con sus ciudadanos bajo vigilancia permanente? , dos casos vinculados a la vigilancia cibernética que efectúan las autoridades migratorias estadounidenses sobre aquellos que arriban al país. Consigna Enrique Dans:
“Un ciudadano canadiense nacido en Marruecos, Saad Allami, ejecutivo comercial en una empresa de telecomunicaciones, envía un mensaje de texto a sus compañeros cuando iban a una exposición comercial en Nueva York animándoles a “blow away the competition”, a “reventar a la competencia”. Una frase de ánimo completamente inocente, destinada a dar confianza a su equipo. En cuestión de horas, la policía lo detiene cuando se dispone a recoger a su hijo de siete años en el colegio, mientras un equipo antiterrorista irrumpe en su casa y la registra de arriba a abajo mientras aseguran a su mujer que su marido lleva en realidad una doble vida y es un peligroso terrorista, y sus compañeros son detenidos durante varias horas en la frontera (“Muslim man: My workplace quip made me a terror suspect“, Yahoo! News Canada).
El segundo: Dos turistas británicos bromean con sus próximas vacaciones en Los Angeles: Leigh van Bryan, dueño de un bar en Coventry, comenta inocentemente a través de Twitter a su amiga Emily Banting que cuando llegue va a “desenterrar a Marilyn Monroe” y a “destruir América“, refiriéndose obviamente a la gran juerga que estaba planeando. Al llegar al aeropuerto de Los Angeles, ambos son detenidos, interrogados durante cinco horas mientras sus equipajes son registrados en busca de armas y de herramientas como picos o palas. Sus pasaportes son confiscados y se les traslada a un centro de detención con inmigrantes ilegales en el que pasan doce horas en celdas separadas, para posteriormente ser llevados de nuevo al aeropuerto y embarcados en un vuelo con destino a París (“UK Twitter jokers fall afoul of US anti-terror paranoia“, The Inquirer).”
La reseña anterior no puede ser calificada sino preocupante.
Sumemos a lo anterior, la aparición de nuevas tecnologías que vienen a reforzar las posibles formas de control sobre la existencia cotidiana. Al respecto, consignamos la información aparecida en un excelente blog: Futuretec, bajo el título de: 5 tecnologías propias de Gran Hermano que ya están funcionando
En él, se consigna: “Aquí tenemos algunos ejemplos recientes de tecnologías puestas al servicio del control sobre el ciudadano. En algunos casos, la vigilancia es “por nuestra seguridad”, según dicen… pero en otros se trata de aumentar nuestra productividad y averiguar nuestro hábitos a la hora de consumir. Son las cosas del mundo digital en el que vivimos.”
Hagamos un breve resumen de estas tecnologías y los países donde ya son aplicadas:
1. La alarma del cuarto de baño. Ya es aplicada en Noruega: se trata de un software que activa una alarma cuando se hayan pasado más de 8 minutos en el WC.
2. Rastreador de novios infieles. Ya se utiliza en los EEUU. Se trata de dos tecnologías que, sumadas, permite seguir el rastro de la pareja.
3. Vigilancia de vigilantes. Se utiliza en Turquía. Consiste en una aplicación que monitorea el iris de los ojos de los vigilantes encargados de los monitores de vigilancia. Nos remite al adagio romano de ¿quién vigila al que vigila?
4. La Televisión “demasiado” lista. Utilizable en los EEUU. Podemos calificarla como el sueño de las televisoras y los mercaderes. Consiste en una aplicación por la que, simultáneamente, al ver la TV, ella te está viendo a ti: registra tu actividad, identificando tus gustos para ofrecerte una publicidad que se adapte a tu sector demográfico e intereses. Registra el material descargado que ves en tu TV, informando a las productoras de qué aceptación tienen sus series… y de si te has bajado algo de manera alegal.
5. La consola de anticipación de comportamientos. Ya es utilizada en centros comerciales de Europa y EEUU. Cuenta con reconocimiento facial. Permite consignar las trayectorias del consumidor, ver qué escaparates le llaman la atención y se considera que su análisis ha permitido incrementar las ventas, señalando a la vez ciertos comportamientos que pueden vincularse con el accionar de delincuentes.
Concluyamos que – evidentemente - la defensa de los derechos humanos y su inherente privacidad personal, se está trasladando, inexorablemente, al ámbito de la cibernética.
Hasta la próxima, amigos.
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