domingo, 31 de octubre de 2010

Calaca Señales de Humo.



A los de Radio UdeG, hacinados cual hindúes / en fábrica de calzado / la calaca los halló /
Vaya, admirada se dijo, que gruesa agrupación. El futuro anticipado. Que chida organización.
Pero ahora solo busco, presumo, a los de “Señales de Humo”
Veo por ahí en la bola, a la Cecilia, a Marcela, al Alfredo, pero ninguno me pela /
Ocupados, presurosos, del teléfono a la agenda, del editor de textos al de audio, Del USB a la impresora, del conteo de minutos, preciosos, por colaboración, todo el relajo / para concluir logrando / toda una tersa emisión. Vuelva usted luego / le dicen /con gusto la atenderemos / ¿ya se ha dado usted cuenta / de que esto no es precisamente un juego? / Entrar a tiempo y con orden, / es materia capital / que a usted /poco le importa / en fin / un asunto humano / que para usted es banal. Vuelva usted al rato / cuando el programa termine /
Aceptamos que en esta vida, la muerte, usted, es lo único innegable, lo único cierto, seguro.
¿Qué pensaría el auditorio si usted nos saca /en forma abrupta / del aire? ¿Dónde quedaría su prestigio, su rating? Usted, aquí tiene renombre, cada año es celebrada / Ninguneada doquiera, aquí, motivo de gran festejo, de altares, de poesía. Aquí impera su culto, su credo. Nosotros la respetamos, le otorgamos su lugar / ¿no podría usted esperar?, serio solicita Alfredo.
Bueno, dice la calaca. Tiempo es lo que a mí me sobra.
Aprovechando ese lapso, curiosa, la calaca, al piso doce subió, /para echar una ojeada / a la nueva instalación. Embobada como estuvo, la calaca, del tiempo perdió noción.
Súbitamente volvió, presurosa, buscando, alguna señal de humo.
¿Dónde están esos truhanes? al Pegueros preguntó: pues mi Doña, ya se fueron: sin dejarle algún recado; por ahí estarán lonchando, haciendo entrevistas, / tal vez en algún mercado, que sé yo.
Busque usted por allá fuera, el libraco de Cecilia; /ese tan lleno de notas /que requieren traducción; /tal vez en él encuentre el periplo /que seguirán este día, / para que no se le desvanezcan y encuentre /a lo sumo, en el aire, en la radio, en la Internet, en el podcast, en el blog, /meros indicios, de las “Señales de Humo”.
Emilio Vega Martín

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