domingo, 31 de octubre de 2010

En memoria de David “el Negro” Guerrero y “La Cuenta de los Guías”


Cansada ya de las voces,/ de la Cuenta y de los Guías, / el sonido y la energía, la calaca se llevó,/ creyendo que, según ello/ la radio finiquitó.

!Cual!/ Pues al rato/ el programa, cual si nada,/al cuadrante retornó. /! Ah! Que gentes tan locuaces,/ habladores contumaces /la parca reflexionó:/ tendré que ir en su busca/ al chorizo de concreto/ para entonces recetarles,/ una muerte por decreto.

En el Zambrano-Regency,/ raudo vuelo concluyó, / mientras pensaba estas cosas./ al tiempo de que en su radio/ audífonos de por medio/ una sarta de jaladas, calumnias y chacoteos,/ burlas y bromas sin cuento/ sobre sí misma escuchaba./

ah, que chorcha// !Ah! que pura marranada: no son poetas ni nada. / En la entrada/ cual ciudadana decente/ todo el registro llenó/ y como prenda dejó/su credencial de elector.

Iracunda, / bramando y fuera de sí, /Gafete de visitante/ colgado de la osamenta,/ los doce pisos subió /masticando su impotencia/echando pestes de todo / jadeando en la escalera./con ozono de por medio, / todo de mala manera.

Lupita/ toda eficiencia/ después de identificarla,/ la puerta le franqueó. / Y después de revisar, /la solitaria cabina,/ ni un alma se apareció. / !Voto a bríos! comentó.¿Dónde están esos gandules?/ !Esos gamberros cerriles!/la muerte le preguntó/: No lo sé, dijo Lupita/ solo le digo / que por ahí /corre el rumor/de que en transmisión pirata, el programa resurgió / desde algún lugar/ ignoto y rete rodante/

Trepado en una carcacha./ En AM, bien activa : señal móvil y elusiva. / El Negro, Pedro y Lolita,/ Alvaro, la Ruth y el Paco,/ raza que los acompaña, / para poder transmitir, siempre se pueden dar maña./ eludiendo la guadaña. / ¿Cómo? Se dijo la parca. !Ah, que falta de respeto! La pelona masculló.

No cumplir con nuestra cita y de paso quebrantar/ las sacrosantas normas /que pone Gobernación / ¿a dónde, / por todos los diablos/ se dirige esta nación?. / Clandestinos sinverguenzas/ hijos de la mala vida/ gachos, que mala jugada/ tanto esfuerzo de mi parte/ y ustedes, como si nada.

Pero ya verán, fregados./ Verán que tengo paciencia / Como buena Institución/ el tiempo está de mi parte. / Rango constitucional,/ debieran ya de otorgarme/ Por aquello de que todo/ debe de basarse en leyes./ Yo les digo/ no la frieguen/ ah, que bola de mameyes.

!Infractores irredentos! !Nadie me brinca, ni modo! / Y la Cuenta de los Guías,/ se transforma,/ para mi,/ en la Cuenta de los Días. / De los días que les quedan. /Que esta afrenta no se olvida /Nos veremos,/ Dios mediante,/ bien seguro,/ En Noviembre, / el año entrante.

Emilio Vega Martín.

1 comentario: